miércoles, 10 de abril de 2013

Presto: La clave del buen humor.

Mi valoración: Interesante
 
La expresividad es la clave del cine de humor (y de Pixar).

"Presto" fue el cortometraje animado que acompañó al estreno de "Wall-E" en los cines, pero su funcionalidad tuvo mayor similitud con "Ratatouille", tanto en historia como en estética. El secreto de Pixar se encuentra en la expresividad sin mediar en diálogos: nos basta lo bien perfilados que están sus personajes animados y los sentimientos que les plasman a través de sus acciones. Y funciona. Funciona en drama, funciona en comedia y funciona en robots y ratas. Pero todo esto ya lo conocemos de sobra...

Lo más interesante en "Presto" son esos pequeños guiños a los orígenes del cine de humor tanto en el campo de la animación ("Looney Tunes") como en el real, con claras influencias expresivas de Charles Chaplin o los hermanos Marx. La reivindicación de un conejo por obtener su "paga" se puede paralelizar con aquel Chaplin inocentón de "El circo": la estrella del escenario sin él saberlo. La duda es si realmente este conejo lo sabe. Desde luego tiene claro que sin su presencia en el escenario no habrá espectáculo, ¿Pero habría sido el espectáculo tan bueno sin su naturalidad y despreocupada actuación? Pixar recalca la importancia del gag ante el argumento y los silentes diálogos para concentrarse en lo ya dicho, las expresiones: todas con razón de ser. Un corto frenético, sorprendente por la fluidez y velocidad de los sucesos en donde su magia reside sobretodo esta vez, en el homenaje.

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